Lo siervos de Cronos (El relojero)

No llora el tiempo el relojero
lo transforma 
En artístico amuleto
captura el infinito

Las piezas microscópicas asisten a sus manos
cual metales convocados a la alquimia
exquisitamente entrelazadas
una a una asisten al milagro del vivir

Hay talentos cuyo origen
se halla lejos de éste mundo y su compás 
Conocen de cerca el sucesivo tic-tac
de los efímeros segundos 

perdidos en la eternidad 
y el armónico circulo trazado
por la delgada pluma imaginaria

Un milagro a todas luces cierto
capturar en una misma joya

lo absoluto y relativo

Newton y Einstein

danzando al ritmo de la huidiza realidad.

Hay antiguos mitos hechos vida
en aquellas manos sabias
cómplices infatigables de la creación.
Dedos hábiles y diestros
de los pacientes arquitectos

 Alquimistas
que reducen a veinticuatro vueltas minuteras
cada giro de la tierra en que soñamos.

Míticos seres que nos traen
la magia rítmica y perfecta
en un estuche
cual minúscula caja de Pandora.






 

Jaime Falcone.
Inventario de reflejos®. (Colombia. 2016)