sábado, 12 de octubre de 2013

Maravilla










I.



Jade y cristal
atravesaron las estepas Chinas

sobre el áspero lomo de los elefantes.

Turquesas del Tibet
bendecidas por los mantras sagrados de los monjes.

El mármol blanco y pulido
forjado en las canteras de Jodhpur.

Toneladas de lapislázuli afgano y amatistas de Persia
dejaron su rastro de luz desvanecido por el viento
en el camino sobre las dunas ocre del lejano erial.

Crisolita de Egipto
desde canteras nunca holladas por el pie de un Faraón.

El dulce reflejo del ágata del Yemen
guardando en sus huellas rojas
la antigua historia de un volcán.

Zafiros de Ceylán
rescatados desde sus escondrijos
en las entrañas de la tierra
hermosos y ligeros como plumas de colibrí.

Corales de Arabia
sus ojos absortos contemplaron
la diáfana quietud del homenaje.

Cuarzo de los Himalayas y diamantes de Golconda,
geométricas formas en cuyas aristas danza y se deleita
la esperanza de otras vidas bajo un nuevo sol.

Ámbar del océano Indico
huella en el tiempo
sangre de secuoyas milenarias.

El verde intenso de la malaquita rusa
evocando el fluir de la estigia
lugar del reencuentro rumbo al Hades.




II.


Junto a las aguas sagradas del Yamuna
el Shaj Jahan construyó la maravilla.

En Agra se reunieron las mas bellas riquezas del planeta

en honor a la princesa Mumtaz Arjunand.
Eterna ofrenda, increíble mausoleo
el polvo de los minerales transformado en auroras boreales
fue visible desde los oasis
/durante noches enteras/




III.



Existe una poesía, la he soñado
tan excelsa y majestuosa 
como el gran Taj Mahal.
Compartiendo su destino con el imponente mausoleo
el cual fue apenas el pálido reflejo del amor legendario del Shaj.


-¡Nunca existirá piedra preciosa 
comparable a la hermosura de Mumtaz!-.
Así, revestido por los cientos de vidas malgastadas en intentos infructuosos
se que no encontraré la metáfora perfecta para vos.



IV.



Agradezco al infinito
a tu imagen inasible
/a su luz/
Revelando la respuesta al epifánico misterio.

Y dejo de buscar ya en mis letras el perenne mausoleo
donde guardarte a eternidad.

Dejo también ya la poesía aquella viviendo para siempre
en el mundo inefable de los sueños.

Me basta con saberte  real en ésta dimensión
Danzante maravilla
Aroma dulce del jardín
amor de madre
final de  mi desierto.

La maravilla no hecha de letras
ni de preciosas piedras
sino de vida
de fuerza
y libertad.
La maravilla eres tu, madre adorada.

Mujer Maravillosa a quien hoy canto
pues mi vida se forjó en tus entrañas
y bajo tu amparo año tras año
he conocido el inefable amor.










Para :

Alba  Marina Mogollón Duque,
mi Madre amada.
En su cumpleaños.










Jaime Falcone
Softhwords. Colombia (2015)
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domingo, 31 de marzo de 2013

Big Bang Hedónico


Zapatitos

Zapatitos
(A Sophie)



Justo como a dos gorriones, a sus zapatitos
la palma de mi mano alcanza a sostener
Presiento en ellos las primeras notas
de su canto por la vida
y la armonía de su vuelo hacia el cenit.

Pesan menos que un copo de nieve
mas en ellos sus primeros pasos
derriten todo el hielo que dejó en mi pecho
el último glaciar.

Uno, dos, tres pasos inseguros
suficientes para arrasar con mis fronteras
cuatro, cinco, seis...
y es la dueña última de mis restantes estaciones
de la arena de todos mis desiertos
de los corales de mi océano profundo
de mis sueños
navegantes de altamar.

Observa atenta sus nuevos zapatitos
justo allí, en sus pequeños pies
y entonces en sus ojos el brillo de cien galaxias
me enseña cuan sencillo es el amor

Es el milagro que habita mas allá de los sentidos
como una gota sagrada de esperanza
iluminando la bruma de éste mundo
transformando aquellas grises verdades a medias
en diáfana revelación

Como la luna, acompañante taciturna
de los gráciles gatos del tejado
y su marcha cautelosa
a contraluz.

Siete, ocho, un trillón...
¡Anda por el mundo, paso a paso mi pequeña!
Recorre altas montañas mágicas, ciudades,
camina sobre el cesped y el asfalto
sin olvidar nunca el camino de regreso
por donde esparciste al alba de tus días
el rastro de tu luz.

Y regresa,
regresa un buen día a éste, tu origen,
a tus primeros pasos
a que te cuente la tierna historia
de tus zapatitos nuevos en mi mano
y de tus más tempranos intentos
hacia mi.




Jaime Falcone (2013)
Derechos reservados.